¡QUIEREN MONÓLOGO, CABRONES??
¡Órale, pues! Otra vez con la ratona más cachonda del mundo, Venus, y el pobre Stickman, un cabrón que nomás quiere que lo dejen en paz, ¡pero ni mergas, wey! Venus tiene otros planes en mente...
Escena: Sala de Venus.
Venus se está recostando en el sillón, con una mano en su boca, jugueteando con la lengua, y la otra bajando por su pierna. Stickman, en un extremo de la mesa, está tratando de alejarse de esa escena incómoda, pero sin mucho éxito.
Venus:
(Rascándose la cabeza) Hmmm… (ríe juguetonamente) ¿Sabes qué, Stickman? Siempre tan chiquito, tan insignificante… Me dan ganas de… no sé… hacerte parte de mí. (se relame los labios mientras su mano baja hacia su zona) ¿No te gustaría ver cómo se siente estar ahí abajo? (susurrando) Entre mis piernas… ;3
Stickman:
(Emputado y cruzando los brazos) ¡¿Qué chingados estás diciendo, Venus?! ¡Deja tus pinches juegos eróticos para otro puto momento! ¡Ya estoy hasta la madre de tus mamadas! ¡Ni siquiera puedo alcanzarte para darte un pinche zape! (mueve los brazos frustrado)
Venus:
(Finge no escucharlo, estirándose más en el sillón) Ay… no mames, siempre tan gruñón, Stickman… (susurrando entre risas) A ver ¿Qué te molesta más, eh? ¿Que soy una puta sin remedio o que siempre me estás viendo en mis momentos más... intensos? (Se levanta la playera lentamente, dejando al descubierto sus tetas) Anda, no seas pendejo, chiquito... Mira, te voy a dar un espectáculo gratis.
Stickman:
(Tapándose los ojos en un arranque de desesperación) ¡Como chingas, Venus! ¡Eres una zorra! ¿Qué chingados te pasa? ¡No puedes andar por la vida como si el mundo fuera tu pinche película porno! ¡No eres Sheila Vixen, y no me interesa verte encuerada!
Venus se ríe, ignorando completamente la queja de Stickman. Su mano ya ha bajado hasta su entrepierna, y comienza a tocarse suavemente, dejando escapar ligeros gemidos.
Venus:
(Gimiendo con una sonrisa lujuriosa) Ándale, Stickman… puedo ser tu Sheila Vixen personal si quieres... ¿Siempre te vas a hacer el difícil? Estoy segura de que en el fondo te da curiosidad. ¡Admítelo wey, no todos los putos días ves una ratona así de buena haciendo lo que yo hago!
Stickman:
(Sarcasmo encendido) ¡Ah sí, qué pinche privilegio el mío, cabrona! ¡Verte masturbarte como si no tuvieras control de tus pinches hormonas! (Frustrado) ¿Sabes qué, Venus? ¡Ya estoy hasta la verga de ti! Siempre es lo misma chingadera contigo, no puedes estar tranquila un puto segundo. ¡ERES UN PUTO DESASTRE!
Venus:
(De repente se detiene y baja la mirada, su respiración agitada. Por primera vez, parece que las palabras de Stickman la golpearon.)
(Susurrando con voz baja) ¿Crees que soy un desastre…?
Stickman:
(Un poco sorprendido por el cambio repentino, pero manteniéndose firme) Pues sí… No sé qué mierda traes en la cabeza, pero siempre estás así, buscando excitarte, buscando algo… ¿Qué? ¿Qué verga buscas, Venus? Porque, neta, no te entiendo.
Venus se sienta de golpe, abrazando sus rodillas, todavía semi-desnuda pero claramente afectada. El silencio en la habitación se hace pesado.
Venus:
(Con voz baja y bajando sus orejas en señal de vulnerabilidad) Es que… es que no lo sé. (Suspira) Siempre siento que necesito más… más de esto, más de todo. Si no estoy buscando algo, me siento… vacía, Stickman. Como si hubiera algo roto en mí que no puedo arreglar. (Se detiene y lo mira con una sonrisa débil) Por eso te jodo tanto. Estás ahí, todo simple, tranquilo, valiéndote verga todo… Y yo… yo soy un maldito huracán en comparación.
Stickman:
(Relajándose, dejando el sarcasmo de lado) Pues sí, Venus, pero… tampoco puedes vivir de esa forma, cabrona. O sea, mira… siempre estás al límite. Estás tan enfocada en el desmadre que ni te das cuenta de que te estás haciendo daño.
Venus:
(Con lágrimas en los ojos, aunque todavía tratando de sonreír) ¿Sabes? Eres el único que me dice eso. Todos los demás solo ven… lo obvio. (Se toca las tetas con una mueca de frustración) Ya sabes, esta pinche figura que todos quieren tener cerca, pero nadie se toma un momento para pensar en lo que hay aquí. (Señala su cabeza)
Stickman:
(Suspirando, un poco abrumado pero entendiendo lo que Venus siente) Tal vez porque no dejas que te vean así. Siempre estás en este pinche modo "Venus-cachonda, Venus necesitar sexo" y a la gente eso es lo único que le interesa. Pero... no sé, hoe. Tal vez si te calmaras un poco… si dejaras de buscar tanto desmadre y te enfocaras más en estar bien contigo misma...
Venus suspira profundamente y se deja caer en el sillón, mirando el techo, aún con su mano jugueteando en su pierna, pero ahora sin ninguna urgencia sexual. Más bien, parece pensativa.
Venus:
(Con una sonrisa débil) Tal vez tienes razón…
Stickman:
(Sonríe, de brazos cruzados) Claro que tengo razón, ratoncita. Ahora, ¿ya terminaste con tu desmadre? ¿Puedo largarme?
Venus:
(Riéndose un poco) Eres un culero, ¿lo sabías? Pero gracias… (Lo mira de reojo, con una pequeña sonrisa de afecto) Y porfa… no te vayas. Quédate un rato más. Me siento un poco mejor contigo aquí.
Stickman:
(Suspira, resignado) Ya sabía yo que esto iba a pasar… Está bien, pero sólo porque ya entendiste un poquito. Bueno, ¿qué quieres hacer, puta? (Se cruza de brazos, sonriendo levemente)
Venus:
(Limpiándose las lágrimas y poniéndose la playera de nuevo) Hmmm… que tal si... ahhhh... neta no sé, wey... a ver... hmmmmm... ¡AH, YA SÉ! ¿Qué te parece si nos aventamos un pinche Jenga? Ahí nomás lo tengo arrumbado, empolvándose... ¿Jalas o qué, Stick?
Stickman:
(Emocionado, frotando sus manos) ¡Arre, Venus, eso suena divertido! Solo por favor, (mueve los brazos para explicar) cuando sean mis pinches turnos ayúdame a sacar las pinches piezas que yo te diga, ya sabes que no puedo, y también cuida que no me aplaste la pinche torre cuando se caiga a la chingada... ¡Ya está, putita, juguemos!
Venus:
(Se levanta del sillón) Está bien, Stickman, deja busco el pinche juego y vamos a jugar un rato, pero antes de eso... (Sonríe falsamente) ¿Podrías hacerme un pinche favorzote, así bien, de amiguis?
Stickman:
(Detecta la falsa sonrisa en Venus, y se da cuenta de que algo no anda bien, pero lo ignora) Eh... claro, puta, para eso estamos los "amiguis". (Suspira, mirando rápidamente hacia abajo, poniéndose serio) A ver... no me salgas con tus mamadas otra vez... ¿Qué chingados traes, Venus? ¿No es lo qué estoy pensando... verdad, cabrona?
Venus:
(Suelta una risita falsa) No, no, no... nada de eso, Stick, mira, es simple... solo deja... (cierra los ojos, empieza a apretar los puños y luego grita con toda su furia) ¡DEJA DE LLAMARME PUTA O CUALQUIERA DE SUS PUTOS SINÓNIMOS O VARIANTES, CABRÓN! ¡NO SOY UNA PUTA!... ¡RESPÉTAME POR FAVOR! (tranquilizándose, bajando la voz) Solo tengo problemas de hipersexualidad... es todo.
Stickman:
(Paralizado durante algunos segundos, con la boca entreabierta) ¡Ay cabron! Tienes razón. Me pasé de lanza. Lo siento, puta... digo Venus. Olvidemos todo lo que pasó, ¿va? Vamos a jugar y ya... lo demás a la chingada.
Venus:
(Caminando en dirección al librero, donde se encuentra el Jenga) Esta bien, Stick, no te preocupes, acepto tus dis-... espera... (deteniéndose en seco, volteando hacia atrás para ver a Stickman) ¡¿ACABAS DE LLAMARME PUTA OTRA VEZ, STICK?!... ¿EN TUS PINCHES DISCULPAS?!
Stickman:
(Todo pendejo, sin saber que decir) Ahhh... Venus, discúlpame... este... ¡No fue mi pinche intención! yo solo... ya sabes, la pinche costumbre, y... olvídalo, ya la cagué...
Venus:
(Suspira frustrada, cerrando los ojos por un momento) Mmmh... Está bien, no te preocupes, Stick... lo acepto, soy una puta... pero a pesar de todo, me caes bien, wey. (sonríe) Ahora, ¡vamos a darle al pinche Jenga! (sacando el Jenga del librero, caminando de nuevo hacia la sala) ¡Te apuesto a que te madreo en esto, Stick! (coloca el Jenga sobre la mesa, junto a Stickman)
Stickman:
(Relajándose, sonriendo ampliamente) Ufff... Pero no te confíes, pinche Venus. ¡No me voy a dejar ganar, cabrona!
Venus:
(Armando la torre) ¡Ya veremos, pendejo, ya veremos!
¡FIN DEL MONÓLOGO, SEÑORES!
Un desmadre emocional bien profundo y cabrón... ¡PERO CON FINAL FELIZ!