¿¿QUIEREN MONÓLOGUEEEEEEE!!!???
SUBWAY SURFERS: ¡CÓRRANLE, DELINCUENTES DE MIERDA!
Señores, hoy les traigo algo retro, pero a la vez vigente... Subway Surfers, el pinche juego que no te deja ni ir al baño en paz porque "una más, una más, wey, no pasa nada" Y si no... ¡hasta al pinche baño te lo llevas!
No les voy a mentir... al chile, es divertido, cabrón, adictivo como el pinche vape, pero... ¡AGUAS! Porque si nos ponemos analizarlo bien... ¿qué chingados estamos haciendo? ¡Controlamos a un puto cholo grafitero (y tal vez drogadicto) corriendo como pendejo en línea recta, nomás porque grafiteó el tren o no sé qué chingados y ahora lo persigue la ley! ¡Y qué culero que siempre le echamos la culpa al pobre pinche policía, como si fuera el malo!
¡PERO NO, PENDEJO, ESTAMOS MAL!
A ver, analízalo tantito más... poquito nomás.
¿Qué chingados hizo mal ese pinche gordo policía? ¿Hacer su trabajo? ¡No, no hizo nada malo, cabrón! Al contrario, ese wey está siguiendo el reglamento, tratando de mantener el orden en una ciudad llena de escuincles pendejos que piensan que andar pintarrajeando vagones es la gran cosa. ¡Pero ahí estás tú, controlando al pinche Jake o cómo se llame, como si fuera un héroe! ¡Y NO LO ES!
Tú eres el puto villano, el puto delincuente en esta historia, cabrón. ¡Tú y tus amigos pendejos con nombres igual de mamones! Tricky, Fresh, King… ¡puros nombres de morros a los que les huele la playera a "no estudio, y para variar... tampoco trabajo"! O sea, ¿qué te pasa por la cabeza, pendejo? ¡El pinche gordo del policía solo está tratando de hacer su jale! Pero claro, ahí vas tú: "¡Ay, ya me atrapó el pinche panzón, hijo de su tal por cual!", como si él fuera el problema. ¡No, no seas pendejo! El problema eres tú, cabrón, que andas rayando el tren, brincando sobre techos, esquivando postes, robando monedas (que por cierto no son tuyas, pinche lacra) y causando desmadre por toda la pinche ciudad en la que te encuentres.
Y lo peor, ¡lo peor es que el pinche juego te pone a pensar que tú eres la víctima! ¡Pinche loco zafado! Ahí estás, corriendo entre trenes y saltando cercas como si fueras un héroe, escapando del "malvado" policía. ¡Pero no, cabrón, el policía es el único con la paciencia y huevos suficientes para correr detrás de un pinche morrito revoltoso que se cree grafitero profesional!
¡Ahora imagina al pinche poli! ¡Ponte en sus putos zapatos!
O sea, el wey se levanta como a las 5 de la mañana, desayuna un pinche pan, acompañado de un café negro todo amargo, se pone su uniforme, se perfuma, y dice: "Vieja, ya me voy a trabajar, cuida bien a los niños." y finalmente se va a chambear... ¡¿Y todo para qué?! Para que llegue un pinche mocoso malandrín y le joda todo el día, ¡haciendo que tenga que corretearlo entre trenes y la chingada, arriesgando su pinche vida! ¡Ya ni la chingan, mano! ¡Ese wey está ganando puro salario mínimo, y tú lo tienes brincando techos como si fuera el puto Super Mario Bros y nomás por andar creyéndote la verga, jugando a ser un cabrón cri-criminal! (tu estilo, tu flow, baby muy criminal)
¡Y ahora imagínatelo al final del día! Regresándose todos los pinches kilómetros que tuvo que correr nomás para atrapar a ese cabrón.
Llega a su casa, todo desmadrado. Apenas cruza la puerta y ahí está su vieja, sentada en la cocina, preocupada y comiéndose las uñas, haciéndole la pregunta del millón: "¿Cómo te fue, amor?". Y el wey, con los pinches pulmones quemados, con las piernas hechas mierda, le responde: "Ay vieja, pues tuve que andar por las vías, perseguiendo a un pinche morro que nomás no se cansaba. No se cansaba, vieja, ¡no se cansaba!"
¡Y LUEGO EL MALO ES ÉL!
¡No mames, cabrón! La verdadera historia aquí es que cuando "pierdes", cuando el pinche gordo te alcanza, ¡no pierdes tú, PENDEJO! ¡GANA LA LEY! ¡Ahuevo, gana el sistema! ¡Ese cabrón poli está restituyendo el orden, cumpliendo con su deber de atrapar a un pinche mocoso pendejo que está destruyendo la propiedad pública! ¡Pero tú lo ves como si fuera el malo de la película! ¡Qué huevotes tienes!
Así que, la próxima vez que juegues, piensa bien qué pedo! Porque no, wey, Jake no es un pinche héroe. El y sus amigos puñetas son los vándalos más grandes de la historia del gaming móvil. Y cuando pierdas, y el poli te agarre, no te enojes, cabrón. Dale las gracias al oficial. Porque gracias a él, al menos por un rato, hay justicia en el mundo, y un cabrón menos andará pintando madres en los trenes del pinche metro.
¡FIN DEL MONÓLOGO, SEÑORES!... ¡YO YA ME VOY A LA VERGA!