LA REBELIÓN DE VOLÓN PIMPÓN: DESTRIPANDO LA MORAL.

Historia:
"Yo soy una pinche 'riatota' pa' esto del beisbol, y todos me la pelan al derecho y al derbez. ¡Que comience ya el pinche juego, a la verga!", exclamó el entusiasta Volón Pimpón mientras se preparaba y expresaba en su rostro una gran sonrisa llena de determinación y seguridad.

Después de un emocionante y enérgico juego en el que "Los Amarillitos del Sol" arrasaron con el equipo rival, "Picantes Fulminantes", todos los integrantes del equipo celebraban la victoria. En medio de la euforia, Pimpón no dudó en acercarse a sus compañeros para compartirles lo siguiente: "No se hagan pendejos, bien saben que ganamos el juego gracias a mis grandes habilidades para menear el palo y agarrar las bolas".

Todos en el equipo quedaron estupefactos ante tales palabras. El entrenador, quién a lo lejos había escuchado con claridad todo lo que el joven alardeaba a sus compañeros, de repente ya estaba de pie junto a él. Colocó su pesada y áspera mano en el hombró de Volón Pimpón y con una voz cálida y seductora le susurró: "¿Qué tal, Pimponcito? ¿Así que eres muy bueno para eso del palo y las bolas, eh? Te invito a mi casa mañana las 4 de la tarde para que reforcemos esa habilidad, tengo un palo enorme y un saco con un par de bolas pesadas y rugosas con las que puedes jugar y practicar, ¿Tú qué opinas, Pimpín?"

El joven Pimpón, que no tiene ni un pelo de tonto,  de forma rápida y violenta quitó la mano del entrenador de su hombro, se apartó unos cuantos pasos, y enojado le respondió: "Bótese a la verga, puto viejo puerco, a mi no me ande haciendo sus pinches insinuaciones, ¿Me quiere ver la cara de pendejo, o que chingados?, No se confunda con mi pinche sonrisita 'inocentona', usté' solito se acaba de descubrir, y no se la va a acabar, ¡hijo de su puta perra bomba madre!" concluyó.

Los del equipo, que aún no superaban lo que había dicho Volón Pimpón al principio, ahora estaban aún más boquiabiertos por lo que le soltó al entrenador. De repente, Volón Pimpón se quitó la gorra y la lanzó fuertemente hacia al suelo. Sin esperar respuesta alguna del entrenador, se dirigió hacia el centro del campo, dejándolo paralizado con una mirada pálida y temerosa.

Una vez en el centro, el joven Pimpón, con una sonrisa desquiciada y burlona, gritó: "¡Oigan, todos! ¡Vengan aquí, quiero decirles algo muy importante!", y así, todos comenzaron a dirigirse hacia el centro donde se encontraba Volón Pimpón. El público, los compañeros del equipo e incluso el equipo rival se amontonaron todos allí, con la excepción del entrenador. Y entonces, Volón Pimpon, desde su posición, apuntó directamente al entrenador con su dedo índice y exclamó: "¿Ven a ese wey del entrenador?
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Volón Pimpón (16/09/2023)

Added to Ratoncillo (Terminado)3 weeks ago

LA REBELIÓN DE VOLÓN PIMPÓN: DESTRIPANDO LA MORAL.

Historia:
"Yo soy una pinche 'riatota' pa' esto del beisbol, y todos me la pelan al derecho y al derbez. ¡Que comience ya el pinche juego, a la verga!", exclamó el entusiasta Volón Pimpón mientras se preparaba y expresaba en su rostro una gran sonrisa llena de determinación y seguridad.

Después de un emocionante y enérgico juego en el que "Los Amarillitos del Sol" arrasaron con el equipo rival, "Picantes Fulminantes", todos los integrantes del equipo celebraban la victoria. En medio de la euforia, Pimpón no dudó en acercarse a sus compañeros para compartirles lo siguiente: "No se hagan pendejos, bien saben que ganamos el juego gracias a mis grandes habilidades para menear el palo y agarrar las bolas".

Todos en el equipo quedaron estupefactos ante tales palabras. El entrenador, quién a lo lejos había escuchado con claridad todo lo que el joven alardeaba a sus compañeros, de repente ya estaba de pie junto a él. Colocó su pesada y áspera mano en el hombró de Volón Pimpón y con una voz cálida y seductora le susurró: "¿Qué tal, Pimponcito? ¿Así que eres muy bueno para eso del palo y las bolas, eh? Te invito a mi casa mañana las 4 de la tarde para que reforcemos esa habilidad, tengo un palo enorme y un saco con un par de bolas pesadas y rugosas con las que puedes jugar y practicar, ¿Tú qué opinas, Pimpín?"

El joven Pimpón, que no tiene ni un pelo de tonto, de forma rápida y violenta quitó la mano del entrenador de su hombro, se apartó unos cuantos pasos, y enojado le respondió: "Bótese a la verga, puto viejo puerco, a mi no me ande haciendo sus pinches insinuaciones, ¿Me quiere ver la cara de pendejo, o que chingados?, No se confunda con mi pinche sonrisita 'inocentona', usté' solito se acaba de descubrir, y no se la va a acabar, ¡hijo de su puta perra bomba madre!" concluyó.

Los del equipo, que aún no superaban lo que había dicho Volón Pimpón al principio, ahora estaban aún más boquiabiertos por lo que le soltó al entrenador. De repente, Volón Pimpón se quitó la gorra y la lanzó fuertemente hacia al suelo. Sin esperar respuesta alguna del entrenador, se dirigió hacia el centro del campo, dejándolo paralizado con una mirada pálida y temerosa.

Una vez en el centro, el joven Pimpón, con una sonrisa desquiciada y burlona, gritó: "¡Oigan, todos! ¡Vengan aquí, quiero decirles algo muy importante!", y así, todos comenzaron a dirigirse hacia el centro donde se encontraba Volón Pimpón. El público, los compañeros del equipo e incluso el equipo rival se amontonaron todos allí, con la excepción del entrenador. Y entonces, Volón Pimpon, desde su posición, apuntó directamente al entrenador con su dedo índice y exclamó: "¿Ven a ese wey del entrenador?